[Foto: Seigo Saito / BASS Communications]
Takahiro Omori es conocido por haber sido el primer y único extranjero
que ganó un Classic (2004), pero la historia que hay por detrás de esta
victoria la hace aún más merecida. Omori nació en Tokio, pero creció en una
zona rural. Pronto se sintió atraído por la pesca de bass, leyendo todas las revistas
a las que tenía acceso, fascinado por lo que en Estados Unidos era una
profesión. Como no quería ir a la Universidad, decidió seguir ese camino, y por
ello sus padres, que solo entendían la pesca como un hobby, lo echaron de casa.
Se fue a vivir a una isla, en una tienda, para poder pescar, cogiendo empleos
ocasionales de camarero, lavando platos, de albañil, etc. Después de una visita
de algunos pros americanos a Japón, como Rick Clunn y Denny Brauer, Omori juntó
2.000 dólares y, con una pequeña maleta con ropa, dos o tres cañas y una caja
de material, en 1992 emprendió un viaje
a Estados Unidos para vivir su sueño. Tenía 21 años, no hablaba inglés y no conocía
a nadie. Empezó pescando como co-angler y,
afirma, fueron tiempos económicamente muy difíciles: no tenía casa y dormía en
la parte de atrás de su viejo todoterreno; estaba aprendiendo un nuevo idioma,
una nueva cultura, los entresijos de una nueva profesión y todo esto sin el
apoyo de nadie, ni de familia, ni de sponsors. Afirma que esos tiempos le
dieron la humildad y la fuerza necesarias en la pesca de bass. Con todas estas dificultades,
su única salida era ganar algún evento que le lanzara o volver a Japón “como un
perdedor”. Y la primera victoria llegó en 1996, en un Invitational, dejando en
el segundo lugar al mismísimo Guido Hibdon. A partir de ahí, ya sabemos: otras
cuatro victorias, incluyendo el Classic de 2004, y casi millón y medio de
dólares de ganancias. Será su novena participación en este gran evento.
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